lunes, 7 de julio de 2008

Fourth of July

Si de fiestas se trata, los mexicanos les ganamos a los gringos una y mil veces. No sólo en fútbol podemos (a veces) ser mejores. Me queda claro que con esto no estoy descubriendo el hilo negro. ¿Quién no sabe que en México sabemos fiestear mejor? Pero por si alguien no lo ha vivido en carne propia, les platico un ejemplo perfecto de esta realidad.

Como es de su sabio dominio, el 4 de julio se celebra la independencia estadounidense. Para mi fortuna, las autoridades bostonianas se jactan de patrocinar el evento de mayor magnitud en el país. En efecto, las celebraciones en Boston se transmiten en televisión nacional al resto del país. Lo que esto implica es que el viernes formé parte de una de las mayores celebraciones de la independencia estadounidense.

Para ser justa, hay que decir que el festejo empieza temprano. Por ahí de las 11 de la mañana, si no es que antes, la gente sale a la explanada a apartar su lugar cerca del río. Mientras más al centro estés, más cerca quedas del concierto y el núcleo del chow. El chiste es plantarte ahí con tu mantel y tu sandwish y aplicar el picnic a la Chapul. El evento es en el río Charles, que divide a Boston y a Cambridge. Lo que la gente hace de las 11 de la mañana a las 8 de la noche es jugar juegos de mesa, comer y tomar alcohol con mesura.

Yo no llegué a las 11 de la mañana, sino a las 7 de la noche. Pero todo estaba previsto: unos amigos estaban ahí desde las 4, apartando lugar. Al llegar nos encontramos con Bob, el roomie de Dru, que era el organizador del plan, vestido de acuerdo a la ocasión: Playera con la bandera estadounidense y licras del mismo diseño. Oh my. Muy mono había preparado esnacs para todos. Su galana, Cindy, no traía los colores de la patria en el atuendo. Sin embargo, no se quedó atrás: en las uñas de los pies tenía pintada la bandera y fuegos artificiales. Muy creativa. Bob y Cindy tienen por ahí de 50 años, y también nos acompañaba el hijo de Cindy, Brett, que tiene 16. Al rato apareció, de la nada, un amigo de Jane que no dejó de acosarla toda la noche. La pobre no sabía cómo quitárselo de encima, y el otro necio con masajearle la espalda. Más tarde se agregó una señora que nadie entiende de dónde salió, pero de pronto estaba sentada en nuesto mantel, aconsejando a Dru sobre cómo tomar fotos.

Nosotros estábamos del lado de Cambridge. Con el río y, atrás, Boston entera iluminada, la vista estaba hermosa. Tomamos cerveza Corona y tequila, lo cual me pareció muy irónico, pero me gustó la idea. Lo mejor fue que puse a todos a brindar por mi mamá, porque ese día era su cumpleaños. La recién adquirida amiga extendió su vaso para que le diéramos tequila y acabó brindando "to Marcela's mom."

A las 8 empieza un concierto de rock, interrumpido a cada rato por locutores que entregan medallas a los valientes soldados y a otros destacados personajes que no logré distinguir quienes eran. A mí me habían platicado que iban a tocar el himno nacional y la gente cantaba. Pero yo nunca me di cuenta de cuando eso pasó. Y juro que no fue por el tequila. A las 9 y media, fuegos artificiales. Y esos sí, incereíbles. Más de media hora de fuegos de todos los colores y figuras, altísimos, y una tropa enorme de gente viendo al cielo con la boca abierta y diciendo "Oh wow!" "Oh my!" "Look at that!" Y para las 10 y media, ya acabó el festejo y la gente abandona la explanada.

Cuando a las 11 de la noche yo ya estaba en mi casa, no podía creerlo. No sólo por lo efímero del evento, sino también porque me quedé esperando algo. No sé si pensé que Bush se iba a asomar por el palacio municipal a gitar "Vivan los gringos!" Tal vez fue que sentía que en cualquier momento alguien sacaría los huevos con harina. A lo mejor me hizo falta el burullo de la masa, los chiflidos, el atasque, el aroma del sope del de al lado... No sé bien qué fue, pero me dieron ganas de pararme en el barandal a gritar "Viva México." Pero el tequila no llegó a tanto.

No me puedo quejar. Los fuegos artificiales fueron sin duda los mejores que he visto en mi vida. Sólo puedo decir que regreso con ganas de que sea el 15 de Septiembre.

Integrándose al mundo intelectual

Uno que viene del rancho se las puede ver negras tratando de hallarse en este mundo de intelectuales. Adaptarse a la vida académica a veces resulta casi tan difícil como aprender a destacar en sociedad. Pero aunque por momentos parece una meta inalcanzable, no se preocupen, señores usuarios. Así como para destacar en sociedad existen reglas fijas, como aprender a caminar en zapatos de tacón, usar bien los cubiertos y evitar derramar tu bebida sobre tu ropa o la del caballero de al lado, así también en el mundo de la academia hay normas a seguir. El día de hoy, damita, caballero, te traigo la lista de conceptos básicos que te permitirán entender el funcionamiento de este extraño universo. Si te adhieres a las reglas que aquí te presento, ten por seguro que no sólo lograrás adaptarte con facilidad al nuevo estilo de vida, sino que, además, te convertirás en un miembro destacado de este exclusivo club.

1) Memoriza los diez mandamientos y las escrituras de la Biblia del Académico (publicada en este blog con anterioridad)

2) Repite después de mi: "Nadie tiene que saber que desconozco la respuesta."

3) Incluso, repite para ti mismo el siguiente repertorio de frases, al menos dos veces al día, durante tus primeras semanas, hasta que te sientas convencido:
a) Soy una persona ocupada y siempre, siempre, tengo mucho que hacer.
b) Apoyo al partido demócrata
c) Hacer research es un trabajo real, digno, e importante.

4) Lee el New York Times

5) Siempre que te sea posible, busca citar a personajes reconocidos. Esto funciona bien con las vacas sagradas de tu área, aquellos legendarios políticos, escritores, científicos, o investigadores que han hecho historia y que todos reconocen. Pero el truco es mucho más efectivo si logras citar a un "fellow researcher," osease, otro monito que esté sólo un par de peldaños arriba de ti en la jerarquía académica. Esta palmada en la espalda a tus superiores dejará claro que entiendes el sistema y te abrirá paso hacia le élite de los doctos.

6) Si alguien te pregunta sobre tus planes a futuro, contesta siempre lo siguiente: "Nunca quiero dejar la Universidad. Cuando acabe mi doctorado, haré un post-doctorado. Y después, otro. Cuando me tenga que graduar, quiero ser profesor en Harvard. Y jamás dejaré de hacer research, y cuando muera mi asesor de tesis, entonces yo heredaré su lugar y seré la luz y guía de mis asesorados."

7) Invéntate otro nombre, y quítate un apellido. Aquí todos tienen dos nombres y un apellido, y la gente se confunde cuando tú no.

8) Crea una firma electrónica que consista en tu nombre, tu puesto y tus teléfonos. No te preocupes si no tienes puesto. Autodenomínate como te parezca adecuado. Agrega varios teléfonos aunque sean falsos. Nadie jamás te llamará porque todo es por mail, y suena profesional tener muchas líneas. Esta firma se incluirá, automáticamente y por configuración previa de tu correo, en todos los mails que envíes.

9) Además de la firma por default, firma todos tus correos con tus iniciales. De esta forma, a los receptores les quedará claro que, como todo buen académico, tenías tantas cosas que hacer que no te dio tiempo de escribir tu nombre completo.

10) La idea de usar las iniciales de las palabras al escribir es una constante en el mundo de los ilustrados. Aprende los acrónimos importantes en tu área y crea los tuyos propios. Si no logras inventar ningún concepto innovador en el cual puedas utilizar un acrónimo, no te angusties. También se vale crear acrónimos para conceptos existentes. No te limites al ámbito profesional. Puedes hacerlo en tus conversaciones por Messenger, por ejemplo: TMT. (tengo mucho trabajo). ¿QHM si TMT? (¿qué haces en Messenger si tienes mucho trabajo?). MEP (me encuentro procrastinando).

11) Adiestra el arte del lenguaje académico y asegúrate de utilizarlo no sólo al escribir sino también en tus conversaciones cotidianas. Cierto, es complicado. Pero aquí te va una lista de algunas de las frases más utilizadas.
a) Para decir "Me cae que eso que dijistes te lo sacastes de la manga," es mejor preguntar: "¿Exactamente en qué información está basado ese argumento?"
b) Para decir “Lo que voy a decir es cierto y no te atrevas a contradecirme,” sería acertado plantearlo así: “De acuerdo con [inserte nombre de vaca sagrada]…”

12) Si estás escribiendo un paper, relájate. Piensa que cada texto académico lo leen, en promedio, siete personas. Si a eso añades que los textos de las vacas sagradas los leen cientos de personas, tendrás suerte si tu paper lo lee alguien más que tu profesor. Así que tú, tranquilo.

13) No te deprimas por la regla anterior.

Por lo demás, tu tranquilo. Confía en mí, ya ves que soy bien buena en eso de ser popular y destacar en los rumbos de la alta sociedad.