Hoy llego a Harvard.
No sé bien qué esperar y ni siquiera estoy segura de haberme imaginado cómo será.
Prometí varias cosas: Disfrutar, no cargar culpas, y decidir el tema de mi tesis.
Y soltar. No muy buen momento para dejar de ser tan aprehensiva, tal vez. Ja. Pero los momentos son maleables: nosotros los creamos.
Siempre que viajo en avión me emociona, pero hoy siento además que vuelo a una nueva parte de mí y me da curiosidad imaginar cómo seré cuando regese, qué rincones de mí voy a descubrir, qué frangmentos del tiempo que viene voy a almacenar para construir la histora de los siguientes meses de mi vida.
viernes, 25 de enero de 2008
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