miércoles, 30 de enero de 2008

Procesión involuntaria

Iba caminando apaciblemente por las calles nevadas del campus, absorta en mis profundas y elevadísimas reflexiones, cuando de pronto siento un brazo que envuelve mi espalda. Al voltear vi a una señora abrazándome. Así, de la nada. La miré estupefacta y supongo que mi expresión denotó ofuscamiento e incluso contrariedad ante el abrazo, ya que la mujer me soltó y, sonriente, me preguntó: “Are you walking with us?” Fue entonces que me di cuenta de que iba yo caminando en medio de una procesión, consistente en aproximandamente veinte mujeres de aproximadamente setenta años. No supe qué decir en ese momento, verdaderamente me agarraron con la guardia abajo, yo tan sólo quería llegar a mi clase…. De nuevo mi expresión reveló la confusión, y la señora del abrazo me ofreció un folleto: “So that you know what we are walking for.” Resulta que la procesión era nada menos que una marcha para conmemorar a los muertos en la guerra contra Irak. ¡Qué barbaridad, y yo formando parte de ella! “Come on, walk with us.” “No, lady (o me’am, como dicen por aca.) No puedo, tengo clase. Si no si, de veras.” Me dijo que caminan por el campus todos los miércoles a esa hora. Está bueno saber, para la próxima vez ir más alerta. Es más, de ahora en adelante intentaré estar más atenta a los demás peatones para que la próxima vez que participe en una procesión, por lo menos me dé cuenta antes de que algún camarada me incluya con un abrazo de solidaridad.

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