martes, 4 de marzo de 2008

Una disculpa

Quiero usar la palabra para, antes que nada, pedirles una gran disculpa. He recibido algunos comentarios sobre mi falta de constancia en las últimas dos semanas. Y es verdad, tengo a mi pobre blog muy abandonado. Sucede que empiezo a entender a lo que se refieren con el título de "estudiante de tiempo completo." La cantidad de trabajo que proporcionan cuatro clases demanda que estudies, realmente, tiempo completo. Alto, dirán los conocedores, pero si tú no llevas 4 cursos, llevas 3. Cierto, dí de baja uno. Pero en mi defensa, la obsesción con suscribirme a todas las asociaciones y asistir a todas las conferencias impartidas en Boston, pues ocupa gran parte de mi tiempo. De todas formas, no quiero abandonar esto del blog. Y cuando alguien me reclama que hace mucho no escribo, hasta me siento bien de saber que lo leen. Así que reitero ante ustedes mi compromiso de seguir escribiendo.
Hoy fui a un seminario porque quería conocer a Amartya Sen. Para quienes lo ignoren, como yo hasta hace unas semanas, el señor es un economista muy famoso, ganador del Premio Nóbel de Economía en el 98. Resulta que escribió un libro, titulado "Development as Freedom," que estamos leyendo para mi clase de derechos humanos y pobreza. Ahora me agarró la manía de perseguir a los autores de los libros que leo. Como que me da un chorro de curiosidad saber qué cara tienen los que escriben. Y como al parecer todos dan clases aquí o vienen a dar pláticas, pues los puedo acosar como vil fan from hell.
Así la apliqué con Sen. Averigué que hoy vendría a la presentación de un proyecto de los estudiantes de doctorado, un evento cerrado al público. Pero con mis gracias convencí a la srita de que me dejara entrar. Aunque la verdad no sé ni para qué. Tuve, como siempre, buena suerte, porque el señor se sentó junto a mí. Pero me sentí un poco estúpida porque en realidad no tenía nada que decirle. Me pareció que empezar a hablarle de su libro era inoportuno (porque él estaba comiendo) y no muy agradable (porque lo hace con la boca abierta.) Entonces me limité a escuchar lo que él le decía a los demás. Y no cabe duda de que es un hombre muy inteligente. Digo, yo no entendí la mitad de lo que decía, pero de seguro eran cosas bien listas.
Al final le dije que fui al seminario para conocerlo, y que qué bueno que se sentó junto a mí. Muy amable, me invitó a que regrese dentro de dos semanas y me prometió volver a sentarse junto a mí. Así que si alguien tiene una buena pregunta para él, ahí les encargo que me la manden, porque siento que es un desperdicio no preguntarle nada, pero a mi no se me ocurre algo inteligente.

1 comentario:

Unknown dijo...

¿Por que no le preguntas que si eso de comer con la boca abierta es debido a su bichoquez o en si en su casa no le enseñaron a comer con la boquita cerrada? jajaja, just kidding!!
Que bueno que volviste a escribir!
Miss you!