domingo, 17 de febrero de 2008

¿Es a fuerzas?

Aprovechando que mañana no hay clases porque es el President's Day, Mara y yo fuimos a Boston, al Instituto de Arte Contemporáneo.
El edificio es una belleza porque da al mar, y todo ese lado son cristales, entonces estás en la sala de exhibición y puedes ver el mar. Precioso. He de confesar que yo no sabía que Boston era puerto hasta que llegué aquí. Qué nacolina, ¿verdad? En sí todo el eficifio está sofisticado y elegante. Así tenía que ser, es de Arte Contemporáneo.
La verdad no soy muy fan de este tipo de arte, tal vez porque no lo entiendo. Pero aún si ignoramos mi desonocimiento de los movimientos artísticos del momento, me atrevería a decir que, simplemente por el tamañito de las exhibiciones, no vale la pena pagar los malditos 10 dólares que cuesta la entrada para estudiantes.
Antes de llegar, Mara me dijo que averiguáramos bien cómo estaba lo de la entrada, porque en Nueva York los precios de los museos son voluntarios y si no quieres no pagas. Me lo dijo con tal seguridad que le creí. Y mientras Mara se sentó en la cafetería a desayunar, ahí va la teta de Marce a la casilla a preguntarle a la srita por el precio. Cuando me dijo dijo "Ten dollars for students," me pareció insano, y le dije "¿Y a fuerzas lo tengo que pagar?" La monita (y todos los que estaban alrededor) se me quedaron viendo. Hijos, qué oso. La srita, desconcertada, me dijo "Pues... sí." Y hubo murmullos de asentimiento entre los presentes. Le iba a empezar a explicar lo de que en Nueva York es opcional, pero ya me dio demasiada pena y como pude me escabullí de la fila a buscar a Mara y reclamarle. En fin, las exhibiciones no me parecieron la gran maravilla.
Lo que sí recomiendo es la zapatería que está ahí junto. Como siempre me fui directo a la zona de las ofertas, pero que me voy encontrando unos zapatitos de lo más monos con el 50%. ¡Y me compré mis primeros zapatos de tacón! Los que me compré para mi graduación no cuentan porque fue a fuerzas. Pero ahora he decidido que tengo que ser más femenina. Aunque creo que las botas anti-nieve y las 20 capas de sweteres no ayudan ni tantito, por no mencionar la ropa interior térmica que elimina cualquier indicio de sensualidad. Por eso comprarme unos zapatos era lo menos que podía hacer.
Me gustan tanto que los tengo aquí junto para verlos. Y no los pienso meter al clóset porque tengo la sensación de que adornar mi cuarto va a ser su función principal. Si de por sí soy pésima caminando con este tipo de cacles (en mi graduación les rompí el tacón durante la primera hora), ahora sumémosle la nieve... No no, ni loca doy el espectáculo de a gratis. Si de por sí mis numeritos acá ya han sido varios.
Pero no se preocupen, si vieran lo bonitos que se ven encima de mi escritorio...

3 comentarios:

Jaime Orraca Lence dijo...

ojala le tomes una foto a esos adornos tan bellos. TOK4u Papa

Unknown dijo...

Oye, yo tampoco sabía que Boston era puerto, o sea que ya somos dos nacolinas, jajaja.
Oye, que emoción !!! quiero ver tu zapatos, he de confesarte que yo soy fansese de los zapagos, cacles, shoes,etc... A poco no te habías dado cuenta?? Un besito prims

Unknown dijo...

Oye, yo tampoco sabía que Boston era puerto, o sea que ya somos dos nacolinas, jajaja.
Oye, que emoción !!! quiero ver tu zapatos, he de confesarte que yo soy fansese de los zapagos, cacles, shoes,etc... A poco no te habías dado cuenta?? Un besito prims