martes, 5 de febrero de 2008

Hombre rico y poderoso

Me estoy empezando a preocupar. Desde antes de venir para acá dejé en claro que mi principal objetivo era conocer a un gringo rico y poderoso. Y cuál no sería mi sorpresa cuando me encuentro rodeada de puros a) orientales o b) becados. No he conocido a ningún gringo que no esté becado. Tal vez sea porque estoy en dormitorios de posgrado y tomando clases de posgrado (por alguna razón así lo decidieron los que me mandaron acá). Y el gobienro beca a todos los estudiantes de doctorado. Así que tendré que irme de asaltacunas a buscar a los undergraduates, para ver si así....
Por mientras, me he entretenido con otros asuntos. Asuntos relevantes como por ejemplo, Samy. Samy es un muchachito, estudiante de doctorado en algo de leyes, aunque no he entendido bien qué. Ya lo había mencionado en este medio, me parece. Es canadiense, pero de ascendencia turca o egipicia, no me acuerdo, y me lo presentaron unos mexicanos muy simpáticos que conocí en el comedor.
Bueno, pues me gusta el joven. Y hoy a medio dia lo vi en el comedor. Los dos salimos al mismo tiempo para dirigirnos a nuestra clase de 1, que resultó ser la misma. ¡Vaya, pero qué encantadora sorpresa! De verdad que es una coincidencia enorme, hay tantas opciones de clases que rara vez se ve eso. Además, íbamos vestidos iguales: con pantalón vaquero (lo que es el jean) y sweter a rayas negras y grises (gracias, prima Sofi, porque tu regalo navideño me ha llevado a esto).
Yo digo que tantas coincidencias no pueden ser casualidades.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Yo digo que tampoco
No existen casualidades en este mundo...

Unknown dijo...

Yo digo que te lances CON TODO!!!!Los canadienses siempre tiene lo suyo!!

Pao dijo...

Marcs recuerda que parte de tu objetivo es... promocionar a las primas!!!